Nuestra sexualidad se manifiesta desde nuestro nacimiento, pero es alrededor de los 11 años, que hace explosión en el medio de un aluvión hormonal: es la pubertad. Coincide con el inicio de la adolescencia, el momento de descubrir el propio cuerpo y las numerosas e importantes transformaciones corporales y cerebrales que luego posibilitarán las características del cuerpo adulto y la reproducción.
Después, a los 13 o 14 años y muchas veces antes, el adolescente necesita experimentar, es la segunda etapa de la adolescencia. Probando su líbido busca nuevas sensaciones, sentir toda su sexualidad. Busca en el grupo de amigos o iguales un espejo de sí mismo, de su aspecto físico para así poder construir y aceptar su autoimagen, fortaleciendo o no su autoestima. Finalmente, en la última etapa de la adolescencia, que comienza aproximadamente a los 17-18 años, y muchas veces más tarde, el ejercicio de la sexualidad se vuelve más episódico e íntimo. Es una fase de elecciones y decisiones, el joven busca relaciones que tengan un vínculo afectivo menos superficial y más duradero.
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