INFECCIÓN VENÉREA EN LA MUJER

INFECCIÓN VENÉREA EN MUJER

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Es muy importante reconocer los síntomas a tiempo y poder tratar la infección antes de que se convierta en un riesgo para la salud. Estas son las enfermedades de transmisión sexual más comunes entre mujeres y hombres. Provocada por la bacteria llamada chlamydia trachomatis. Es la ETS de causa bacteriana más frecuente.
Clamidia
Provocada por la bacteria llamada chlamydia trachomatisEs la ETS de causa bacteriana más frecuente. Según la Dra. Ferreres García, “es que cursa de manera asintomática en la mayoría de los afectados (90%), dificultando su diagnóstico y su prevención”. Cuando si hay sintomatología, se caracteriza por secreción vaginal o uretral amarillenta, maloliente, sangrados irregulares en las mujeres, fiebre y malestar general. Puede ser responsable de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), cuyos síntomas son dolor a nivel de la pelvis, molestias con las relaciones sexuales, cambios en el flujo vaginal o febrícula. Se puede trata con antibióticos como doxiciclina y ceftriaxona. Es importante valorar la administración de tratamiento también a la pareja para evitar nuevos contagios.
Gonorrea
Es similar a la clamidia y está producida por la bacteria gonococo o Neisseria gonorrhoeae. Los síntomas suelen aparecer 2 semanas después del contacto sexual. En mujeres produce fiebre, dolor en las relaciones, flujo vaginal verde o amarillento, sangrados irregulares, dolor abdominal y vómitos; y en hombres, secreción uretral amarillenta (similar a pus), dolor testicular, dolor al orinar, sangrado y prurito.
Para Ferreres García la complicación más frecuente es la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). “La EIP es la infección a nivel del aparato genital interno producida por patógenos como el gonococo. Se produce por la ascensión de éste y otros gérmenes desde la vagina hasta el aparato genital interno (útero, trompas, ovarios), produciendo desde inflamación a nivel de las trompas (salpingitis) hasta abscesos a nivel de los ovarios. La peor consecuencia de esta enfermedad es la esterilidad que puede conllevar la afectación de las trompas y los ovarios”, afirma la experta.
Se diagnóstica mediante el análisis de una muestra de orina o de las secreciones genitales de la persona infectada y para tratarlo se administran antibióticos orales durante 14 días, con una pauta que cubre además del gonococo, la clamidia, ya que normalmente suelen ir asociadas. Además, Ferreres García advierte de que la infección por gonococo también aumenta el riesgo de coinfección por el VIH.
Herpes genital: Se trata del virus herpes simple (VHS) y no tiene cura.
“En los casos de primoinfección (primera infección), se manifiesta habitualmente por prurito genital asociado a la aparición de vesículas a ambos lados de los labios mayores en el caso de las mujeres y, en ocasiones, fiebre y malestar general. En las recidivas (reaparición de la enfermedad) la sintomatología puede ser más larvada, e incluso, pasar desapercibida”, añade Ferreres García. Las lesiones suelen aparecer en los genitales , pero también pueden aparecer en la zona perianal y en las nalgas. El tratamiento es con fármacos antivirales vía oral como el aciclovir durante 7-10 días. A pesar del tratamiento, el virus permanece de manera latente en el organismo.
Virus del papiloma (VPH)
“Es la ETS más frecuente y la más conocida. Además, se ha identificado como responsable del 99,9% de casos de cáncer de cuello de útero”, según apunta la ginecóloga. “Se estima que hasta el 80% de las mujeres sexualmente activas pueden estar infectadas por el VPH, pero únicamente en un 10% de pacientes tendrá repercusiones”, continúa la experta. Es más frecuente en mujeres jóvenes pero también son estas las que eliminan el virus con más facilidad.
La infección suele ser asintomática, pero produce los llamados condilomas acuminados. Estas lesiones, que se localizan en el aparato genital y en la zona perianal, son benignas, aunque incómodas por su forma de “coliflor”. Aunque se pueden eliminar mediante terapias ablativas, su recurrencia es casi la norma.
“No existe hoy en día tratamiento para el VPH, la única manera de disminuir el riesgo de contagio es el uso de preservativo, retrasar la edad de inicio de las relaciones sexuales, evitar el hábito tabáquico y los anticonceptivos orales durante largos períodos de tiempo y administrar la vacuna, incluida en el calendario de las CCAA a todas las niñas menores de 14 años”, señala Ferreres García
Sífilis
Está producida por el treponema pallidum, una bacteria que permanece de manera latente en el organismo de la persona que infectada. Su contagio ocurre a través de una lesión existente en una persona infectada que puede pasar desapercibida. Los síntomas dependen del estadio en el que se encuentre la enfermedad, pero en general pueden ser: chancro sifilítico (una lesión cutánea redondeada, firme e indolora), eritema generalizado, fiebre, malestar general, lesiones a nivel oral y genital, dolor muscular y adenopatías. Se diagnostica mediante un análisis sanguíneo y, en caso de estar infectado, es importante avisar a todas las parejas sexuales. Su contagio también aumenta el riesgo de contagio por el VIH. El tratamiento consiste en un antibiótico con penicilina que se administra semanalmente por vía intramuscular, durante 3 semanas y es muy eficaz. “Si no se trata al cabo de 15-30 años puede producir afectación multiorgánica, demencia y, finalmente, la muerte”.
“Debe tenerse cuidado con esta ETS ya que el preservativo únicamente protege de las lesiones localizadas a ese nivel”. Concluye la DRA. KARLA FERRERES GARCÍA Dpto. de Obstetricia y Ginecología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón
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